Los trastornos alimentarios (Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa, Trastorno por Atracón y obesidad) tienen su inicio generalmente en la adolescencia, la población de mayor riesgo se sitúa entre los 12 y 21 años.
La característica común de los trastornos alimentarios es la conducta alimentaria anormal, a menudo acompañada por una imagen distorsionada del cuerpo. Aunque la persona no cumpla con todos los criterios diagnóstico, presentando un síndrome parcial, puede padecer un alto sufrimiento y ver afectada su calidad de vida.
En el tratamiento de los trastornos alimentarios se abordan los síntomas centrales del problema: hábitos inadecuados y miedos asociados a la comida y al peso. Así como otras alteraciones psicológicas, familiares o sociales que pueden estar presentes.